Una nueva ciudad para todos dentro de Bogotá, Lagos de Torca.

Así se concibió Lagos de Torca, un proyecto urbano en el que 130.000 familias podrán acceder a todo lo necesario para su pleno desarrollo. Fue pensado en armonía y respeto por la naturaleza, lo que contribuirá a que Bogotá se perfile como una capital sostenible.

Lagos de Torca es uno de los dos proyectos de expansión urbana sostenible y ordenada que se propuso hacer Bogotá desde el año 2000 para limitar el crecimiento urbano y consolidar en los bordes de la ciudad iniciativas que la integren con su región metropolitana, restauren las funciones y servicios ecosistémicos e incluyan mercados laborales, ocio y oferta de bienes y servicios públicos.

Su ubicación es estratégica: es la puerta de entrada principal a la capital por la zona norte. Va desde la calle 183 (Portal de TransMilenio) hasta la calle 245 (límite con Chía), entre la carrera Séptima y la futura Avenida Boyacá.

El proyecto, donde 130.000 familias tendrán la posibilidad de vivir, es ‘multiestrato’: se edificarán 29.000 Viviendas de Interés Prioritario (VIP), 37.000 Viviendas de Interés Social (VIS) y 64.000 de estratos 4, 5 y 6, convirtiéndose en uno de los proyectos más incluyentes en la historia de Bogotá.

La creación de espacios más seguros y sostenibles es la apuesta de siete constructoras que participan en Lagos de Torca. El concepto bajo el cual la compañía ha impulsado este proyecto es ‘una ciudad dentro de la ciudad’, con el que se busca que los habitantes tengan acceso integral a todo lo necesario para su pleno desarrollo: viviendas, educación, comercio, entretenimiento, salud, urbanismo y acceso a servicios complementarios.

La inversión inicial aproximada es de 4 billones de pesos en suelo y recursos líquidos para construir la infraestructura. En los próximos cuatro años se invertirán otros 10 billones de pesos en edificación de vivienda y urbanización local, una cifra que es casi la mitad del presupuesto del año 2020 de Bogotá. Actualmente están disponibles 506.000 millones de pesos para ser ejecutados de forma inmediata, una vez culminen los trámites ambientales y las entidades distritales aprueben los diseños.

De acuerdo con Natalia Trujillo, gerente general de Lagos de Torca, este proyecto siempre ha sido estratégico para la capital no solo por la oferta de vivienda para estratos 1 y 2, sino por su esquema de financiación y la prioridad dada al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

“Lagos de Torca es la mejor apuesta para que Bogotá sea una ciudad sostenible y para que mejore la calidad de vida de sus habitantes y garantice un equilibrio entre la naturaleza y el urbanismo”, agrega. Y señala que avanzar en su desarrollo es garantizar, para todos los bogotanos, una urbe integrada exitosamente con su región metropolitana, y en la que se restauran las funciones y servicios ecosistémicos y se integran mercados laborales, ocio y oferta de bienes y servicios públicos.

El modelo de alianza pública-privada bajo el cual está estructurado evidencia un trabajo articulado entre los inversionistas privados, que ponen los recursos para construir la infraestructura pública, y el Distrito, que supervisa la ejecución de las obras y finalmente recibe la obra para el beneficio de la ciudad.

“En este modelo, los privados tienen derecho para que, en torno a la infraestructura construida, puedan edificar proyectos inmobiliarios de vivienda y otros usos, lo que, sin la menor duda, impulsa un desarrollo único de ciudad competitiva y eficiente”, expone Trujillo.

CONTRIBUCIÓN AMBIENTAL

“El sector en donde se desarrolla Lagos de Torca –agrega–, se ha visto afectado por algunas construcciones y desarrollos que no le han dado el manejo adecuado a los elementos de la estructura ecológica principal que se encuentran en el sector, como es el caso de la construcción de la vía férrea, que no garantizó el paso de las quebradas de manera adecuada”.

Por eso, el principal eje de trabajo para Lagos de Torca es recuperar la conectividad de los cerros orientales con sus nueve quebradas para llegar al humedal de Torca y Guaymaral y desembocar en el río Bogotá. Se trata de un objetivo clave en un sector que no cuenta con un sistema de alcantarillado sanitario, lo cual afecta de manera directa el suelo y pone en riesgo de contaminación las aguas subterráneas.

“Gracias a la inversión de los privados –advierte Trujillo–, se restaurará la conectividad ambiental con los cerros orientales y el río Bogotá, que se rompió con la construcción de la Autopista Norte y la carrera Séptima. Así se generará un espacio adecuado para proteger y conservar especies de flora y fauna que se han visto afectadas por el desarrollo desordenado de la zona».

Indicadores de sostenibilidad de Lagos de Torca.

UN NUEVO MODELO

Para Brigitte Baptiste, bióloga colombiana experta en temas ambientales y biodiversidad en Colombia –y quien actualmente se desempeña como rectora de la Universidad EAN–, Lagos de Torca es una propuesta ‘gana-gana’ para la ciudad, la sabana de Bogotá y las generaciones futuras.

De acuerdo con la experta, este proyecto es estratégico para la ciudad porque representa la oportunidad de implementar un nuevo modelo de urbanismo con criterios de sostenibilidad, ecosistémicos, financieros y técnicos muy robustos y bien entrelazados.

En su concepto, Lagos de Torca debe verse como una de las innovaciones más interesantes, que, bajo una alianza público-privada, permitirá construir las ‘ciudades del futuro’ de una forma rápida. “Por su envergadura –señala–, el proyecto tiene un potencial muy grande para restituir la conectividad ecológica de una zona muy amplia del norte de la sabana, de una manera real y monitoreada y con una intervención guiada profesionalmente”.

Al mismo tiempo precisa que la obra va a restituir el flujo de agua entre los cerros y el humedal Torca Guaymaral, así como reconfigurar y apoyar el plan de manejo del área protegida de este humedal que tiene más de 70 hectáreas, orientar sus compensaciones obligatorias hacia la estructura ecológica principal y crear todo un espacio de cooperación y participación con las comunidades en la construcción de su paisaje ecourbano. De esta manera, Lagos de Torca no solo atenderá el déficit habitacional de Bogotá, sino que protegerá los recursos naturales de la zona.

Fuente: Revista Semana.

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